A 40 años de finalizada la dictadura cívico-eclesiástica-militar pretende volver el pasado siniestro de la “teoría de los dos demonios”, y el nefasto “no fueron 30.000”. Hoy este  discurso de ciertos sectores de la dirigencia política pretende reinstalarse con nuevas tecnologías, con falsedades y confusión sobre  la verdad histórica.

Esta apología y negacionismo del genocidio cometido en nuestro país, que reivindica al régimen dictatorial y a los mismos autores, empresarios, banqueros, parte de la jerarquía eclesiástica, civiles y cómplices de un plan económico que profundizó el hambre, el desempleo, la explotación y la deuda externa prepara el camino del ajuste y continúa endeudando al pueblo.  

La lucha permanente de las Madres, los organismos de DDHH y la movilización popular en las calles pudo vencer la impunidad del punto final, la obediencia debida, los indultos, y los demás intentos como el 2×1. Por eso hoy y para las futuras generaciones la exigencia de “Memoria, Verdad y Justicia”, y “Apertura de todos los Archivos de la represión del 74 al 83” adquiere un valor fundamental para evidenciar el plan sistemático de secuestros, desapariciones, violaciones, torturas y exterminio para combatir y repudiar estos discursos que niegan el terrorismo de Estado.

No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos. Son 30.000, fue un genocidio.